Recuerdo que cuando nuestra hija Carmen nació, como estaba tan malita y te veia a ti sufrir tanto por ella, en la capilla del Hospital le pedia a Dios que todo tu sufrimiento me lo pasese a mi, lo que yo no podia imaginar es que mis oraciones serian escuchadas y no seria entonces cuando Dios me pasese tu sufrimiento a mi, si no ahora. De alguna manera me alivia saber que tú no tienes que pasar por todo este dolor. Seras siempre mi luz.
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